Permítanme que os de la bienvenida y os abra de par en par las puertas de la Real Ilustre, Fervorosa y Muy Antigua Hermandad y Cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Mairena del Aljarafe. Este medio os dará la posibilidad de saber lo que fuimos, lo que somos y lo que pretendemos ser de cara al futuro.
Presidir una Hermandad con más de 400 años de historia ininterrumpida, no sólo supone un honor, es además un privilegio al alcance de muy pocas personas por lo que me siento tremendamente orgulloso.
El tiempo y la generosidad de los rosarieros, han permitido tener un patrimonio artístico importante, del que cabe destacar, el manto de salida de terciopelo rojo bordado en oro de Rodríguez Ojeda ó la corona, ráfaga y atributos de salida en plata de ley bañada en oro de Marmolejo.
A día de hoy, documentalmente demostrable, somos la Institución más antigua de Mairena del Aljarafe, somos los poseedores de los documentos más antiguos y preciados de este pueblo; como son sus libros de actas primeros y sus Reglas fundacionales, catalogados y restaurados por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) como Subdirección General adscrita a la Dirección General de Bellas Artes, del Ministerio de Cultura y Deporte de nuestra Nación, siendo su cometido la investigación, conservación y restauración de los bienes que conforman el Patrimonio Cultural. del reino de España.
Que nuestra hermandad se constituyó 39 años antes que nuestro querido pueblo lograse independizarse como pedanía de Palomares del Río, contribuye a sentirnos portadores y dueños de la propia historia constitucional de nuestro municipio.
Nacimos en el seno de la Iglesia Parroquial de San Idelfonso en el año 1.615 como asociación pública de fieles para dar culto a Dios y a la Santísima Virgen del Rosario, Madre de Jesús, así como para ayudar a nuestros hermanos que entraban en situación de precariedad o desgracia, desde la enfermedad hasta el enterramiento, siempre basando nuestra acción social en la más absoluta discreción, siendo camino de luz divina para la gran mayoría de los maireneros que a lo largo de nuestra dilatada historia pasaron por malos momentos.
Como muy bien recoge nuestra Regla de Hermandad número 20 “Somos seguidores de quien pudiendo tener otra suerte, se identifico con la condición de los pobres, a quienes anunció preferentemente el Reino y llamo bienaventurados; de quien hizo de la pobreza y de la sencillez no un signo de miseria y desgracia humana, sino una actitud de amor y de libertad, en orden a compartir los bienes de la tierra y como condición para participar del Reino de Dios”.
Los hermanos de esta bendita hermandad, contamos con el regalo más preciado que al ser humano se le pueda dar, no es otro que el profundo amor y devoción que como mediadora tiene la imagen de la Santísima Virgen del Rosario ante su Hijo, por tanto, en Ella, encontramos el consuelo a nuestra penas, con Ella compartimos el júbilo de nuestros momentos más felices y por supuesto que Ella es la esperanza de un mañana mejor. Ser buenas personas, buenos cristianos, es algo que mana espontáneamente del corazón de cualquiera de los hermanos del Rosario de Mairena.
Somos conscientes que el amor a la Virgen del Rosario y a su Bendito Hijo nos salvará y estamos convencidos que este amor, dejado escrito en el evangelio, es el mejor remedio para cambiar la sociedad actual, para hacerla más justa, más igualitaria, más humana.
La actualización de este medio digital, persigue, no sólo informar a los hermanos, que también, pretende además ser vínculo por el cual poder acercarte a una institución fraternal, cristiana, apostólica, romana y social.
Si no nos conoces, sólo te pido un pequeñísimo favor, visita la parroquia de San Ildefonso de Mairena del Aljarafe, allí, desde la entrada principal en nave lateral derecha, se encuentra el altar privilegiado de Nuestra Señora del Rosario. En la intimidad de su capilla, mírala, habla bajito con Ella, pon en sus manos tus preocupaciones, tus anhelos, tus alegrías, deja pasar unos minutos y sigue lo que te diga tu alma, porque en ella te hablará la Madre de Dios.